Lunes.

Hoy me subí a la báscula después de ir al baño y en ropa interior... et voilà! Marcaba 81,9 kg y he de decir que estaba contenta, ¡por fin he conseguido bajar de 82! Llevaba estancada en esa cifra un par de semanas y empezaba a ser una molestia ya. Ahora tengo que seguir manteniéndolo así. En algo menos de dos semanas hago dos meses desde que empecé a adelgazar y será entonces cuando haga un balance real. Amelia me ha dicho que perder lo que he perdido en un mes y medio está muy bien... debo decir que al principio fue cuando más perdí, porque retenía líquidos y  pasar de comer MUY MUY mal a comer bien y beber 2 litros de agua al día tiene sus consecuencias (positivas). Ahora ya veis que voy a un ritmo más lento, pero no importa, lo importante es ir pasito a pasito pero con constancia.

Mi rutina es fácil. Aunque debo deciros que no hago nada de ejercicio, soy exageradamenteeeeeeeeeeeeee vaga. Bueno, no hacía. Desde hace un par de días estoy haciendo 15 minutos de cardio con unos vídeos de internet. Sé que no es mucho pero para mí, que llevo una vida sedentaria, coger esa rutina es bastante, y lo estoy notando.

En cuanto a la comida, he cogido el hábito de desayunar siempre (y alimentos sanos), lo que creo que es bueno. Al mediodía suelo comer lo que hay en casa para todos, eso sí, nunca fritos. Además, mi madre tiene problemas de estómago y esto hace que los alimentos siempre los cocinemos a la plancha, al horno, cocidos, hervidos... así que aunque no sea del todo comida estricta, no es de la mala. Y después a la cena sí que la cuido más, porque a mí la cena es lo que me sentencia el peso, me afecta mucho. Y entre medias, a media mañana no suelo tomar nada porque me despierto más bien tarde. Y a media tarde pues depende, una fruta o un yogur.

Sé que ahora much@s estáis de vacaciones y no andáis por aquí así que ¡disfrutadlas, leñe, que para eso están! Luego ya se vuelve a la rutina.

Constancia y tesón, bicos!